Rumbos Cósmicos
Los ritos de brujería.

La brujería básicamente es la invocación de los espíritus para fines malignos, y aunque en todas las épocas, ha habido gente que ha tratado de manipular a los espíritus, generalmente se trataba de prácticas dualistas, es decir, de bien y de mal, de modo que el sacerdote o chamán, solía usar sus conocimientos, ya fuera para el bien o para el mal, dependiendo de la situación. En el caso de la brujería, no es propiamente dualista sino únicamente maligna, su único propósito es conseguir lo que se desea sin importar el mal que se pueda causar, práctica que fue inventada por un grupo de sacerdotisas celtas que se rebelaron contra la religión oficial de aquel tiempo, pues la religión de los celtas era dualista. Originalmente la secta de las brujas, solía hacer pactos con espíritus malignos a fin de conseguir sus fines, así como valerse de venenos y drogas para conseguir sus objetivos. Aunque actualmente hay dos tipos de brujería, que es la tradicional, basada en un sistema de creencias, en la que los practicantes suelen hacer pactos con espíritus malignos, y la brujería libre, que no busca pacto alguno ni rinde culto a un dios maligno en particular, sino que solamente busca manipular a los espíritus, ya sean bueno o malos, aunque siempre con fines malignos. En este último caso no se trata de un sistema de creencia ni secta, sino de prácticas llevadas a cabo de forma autodidacta o que ha sido heredada de padres a hijos. Actualmente, entre los ritos más conocidos, están algunos ritos afroamericanos, incluso la misma masonería. Y en donde suele abundar más ese tipo de prácticas es en la política, pues los espíritus malignos siempre tratan de manipular a los políticos, pues son los que pueden provocar mayores males, como aprobar el aborto, permitir la práctica de ritos y sectas asociadas a la brujería, promover la homosexualidad, solapar la delincuencia, etcétera.