Rumbos Cósmicos
El ectoplasma.


El ectoplasma es ilustrado en el cine como una sustancia viscosa que producen los fantasmas, y en algunas imágenes de médiums se ilustra como una sustancia blanca y luminosa, aunque en la mayoría de los casos son fotografías fraudulentas. El punto es que ectoplasma es un término usado por los espiritistas para referirse a las malas energías, que en realidad es la energía residual que queda, cuando una persona muere joven, y es la energía que usan las almas en pena para poder manifestarse, como aparecerse por unos segundos, tirar algún objeto, producir voces, olores, entre otras cosas. Aunque no es una sustancia viscosa, sino un tipo de energía que generalmente solo se ve en condiciones de frío y oscuridad o incluso durante la tarde noche, pero muy rara vez durante el día. Básicamente, el ectoplasma es la energía que produce los poltergeists,





De modo que cuando alguien muere joven y en circunstancias traumáticas, queda mucha de su energía vital, aunque la misma se va agotando con los años, por eso algunos brujos roban partes de cadáveres de delincuentes que hayan muerto jóvenes y que no tengan más de cinco años de haber fallecido, pues según ellos, tienen la creencia de que luego de ese tiempo, la energía se ha agotado casi por completo y ya no les es útil para sus rituales, y aunque una vez alguien logra llegar al Cielo, aun cuando tuviera mucha energía, se iría a otra parte, y ya no podría ser manipulado en rituales; sin embargo, un delincuente que muere joven, difícilmente va a llegar al Cielo de manera pronta, máximo que haya muchos familiares y amigos que recen por él de manera sincera, en cuyo caso podría ir al Cielo o al menos a su próxima reencarnación. Pero si llegamos a ser atacados de alguna manera por un el alma en pena con mucha energía, nos podemos defender con la sal, pues tiene la propiedad de despojar a esos entes de su energía, y si mete en nuestro organismo, como cuando nos dan algo en la comida, se puede resolver tomando agua con carbón activado, ya que el carbón también tiene la propiedad de absorber energías negativas.