Pesadillas.
Pesadillas lúcidas y pesadillas astrales.

En los sueños existen dos casos en los que nos damos cuenta que estamos soñando y son: a) El viaje astral, en el que solemos estar en alma, caminar por las calles o hasta viajar a otro plano, pero en el que somos un explorador, pues no se puede alterar lo que sucede ahí. b) El sueño lúcido que es una especie de falla en nuestro sistema, algo parecido al sonambulismo, pero al revés, ya que es nuestra mente consciente la que invade el sueño y toma el control del mismo, por lo que en un sueño lúcido podemos hacer lo que queramos, modificar el sueño, hacer aparecer a quien sea etc. Como si fuéramos un dios. El punto es que algo similar sucede con las pesadillas, pues están: LAS PESADILLAS ASTRALES, que son las que suceden en el astral, incluso en algunas prácticas esotéricas, cuando alguien nos hace brujería mientras estamos durmiendo, dicen que te jalan el alma. Lo que sucede es que una entidad maligna nos molesta en el astral. Siendo uno de los casos más comunes,



cuando algo no nos deja despertar, y aunque al final despertamos, pues no es posible quedarse en el astral, salvo que alguien nos matara en la realidad mientras dormimos, sucede que son experiencias desagradables. Se puede resumir como ataques dentro del viaje astral. El otro caso son las PESADILLAS LÚCIDAS, las que suceden dentro de un sueño lúcido, que generalmente es cuando no hemos descansado bien y nos damos cuenta de que estamos soñando, pero en este caso, nos damos cuenta de que estamos dentro de una pesadilla, aunque, al percatarnos de ello, podemos desde desear despertar, y despertar en ese momento, hasta alterar lo que sucede en la pesadilla, por ejemplo, si en la pesadilla estamos siendo atacados por monstruos, y nos damos cuenta de que es una pesadilla, podemos convertirlos en ratas y aplastarlas; sin embargo,  si no podemos hacer eso (alterar la realidad), es porque se trata de una pesadilla astral y no de una pesadilla lúcida. Aunque cabe mencionar que en una pesadilla astral se pueden lanzar poderes o hacer aparecer armas con ciertas técnicas, aunque no se puede alterar la realidad dentro de la pesadilla, de modo que si logramos vencer al monstruo, es porque somos espiritualmente más fuertes que nuestros atacantes. De otro modo es lo contrario, y aunque lograremos despertar, nos habrán robado algo de energía, siendo en esos casos, muy común el sentir cansancio durante el día.