Amuletos.
La esvástica
La esvástica es un símbolo que proviene de la India y data de al menos 7000 años atrás. Fue uno de los primeros signos
religiosos, si no es que el primero, y fue creado por los arios. Sin embargo, no se trata de los arios a los que hacía
referencia Hitler, sino de aquellos mencionados en el Ramayana y otros textos antiguos de la India. Hitler los describía como nórdicos, cuando en realidad los arios originales tenían más similitudes con los árabes que con los pueblos nórdicos. El punto es que Hitler, por razones políticas y para manipular a las masas, les atribuyó características alemanas. De hecho, si Hitler hubiera nacido en China, habría afirmado que los arios tenían cabello lacio y ojos rasgados.
En cuanto a la esvástica, se trata de una cruz en movimiento que representa al sol y su rotación,
aunque también simboliza el movimiento del universo. En ocasiones, aparece orientada hacia la derecha y otras hacia la
izquierda, ya que además refleja la dualidad del universo (el yin y el yang: blanco-negro, hombre-mujer, etc.). Hitler
la utilizó para representar la venganza, razón por la cual la esvástica nazi es de color negro y está girada hacia
la izquierda. Sin embargo, en su significado original y positivo, la esvástica es un símbolo de buena fortuna, que
representa el progreso, la prosperidad, la longevidad, la renovación y el orden del universo, especialmente cuando
está orientada hacia la derecha. Por ello, si se desea usar como amuleto, lo ideal es una esvástica en colores como blanco, amarillo, azul, verde, rosa, rojo o anaranjado, evitando el negro, gris o morado. Además, puede combinarse con otros amuletos, especialmente aquellos relacionados con la longevidad y la buena suerte.
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