LOS ESPÍRITUS CHOCARREROS.

Un espíritu chocarrero es un alma en pena, un alma que no ha podido salir por completo de este plano astral, por ejemplo, el alma de una persona que se suicidó o fue asesinada de alguna forma, y aunque en condiciones normales rara vez representan algún peligro; en ocasiones son manipulados y alimentados con energía en rituales de brujería para perjudicar a alguien. Entre sus características principales podemos mencionar las siguientes: les molesta la luz, el calor; la electricidad (en especial la que proviene de aparatos como radios y teléfonos celulares); los objetos punzocortantes como cuchillos afilados, tijeras, etcétera; los espejos; también les desagrada la limpieza.
Por otro lado, las cosas que les da fuerza es el frío y oscuridad; el enojo, odio, miedo y ansiedad de las personas, ya que para ellos es energía; además de la suciedad, porque es donde pueden esconderse.

En cuanto al fenómeno paranormal de los fantasmas, hay que tomar en cuenta que una persona está formada por tres partes, que son: su cuerpo orgánico, un periespíritu que está formado por un tipo de energía, y el alma. El caso es que cuando alguien es ya muy mayor, su energía vital contenida en su periespíritu se va agotando hasta que se termina por completo, de modo que cuando su cuerpo ya no tiene suficiente vitalidad deja de bombear sangre, con lo que el alma de la persona termina por desprenderse de su cuerpo orgánico. Pero cuando alguien muere siendo joven y sobre todo en circunstancias traumáticas, sucede que, aunque su alma se desprende de su cuerpo al dejar de fluir sangre por él, aún se conserva su periespíritu y mucha energía residual (también llamada ectoplasma) y es esa energía la que produce los fenómenos paranormales de los fantasmas.

En estos casos, generalmente suelen aparecer en algunas ocasiones, hasta que el fenómeno desaparece por completo, salvo que se convierta en un fantasma famoso y sea alimentado por el miedo de las personas, en cuyo caso ese tipo de fenómenos pueden llegar a repetirse durante largo tiempo, aunque solo en circunstancias especiales.

En el caso de los ataques espirituales, se trata de espíritus malignos/chocarreros que son invocados o manipulados (invocados en el caso de los espíritus malignos y manipulados en el caso de los chocarreros), por personas deshonestas, y dirigidos a alguien en particular. Para lo cual, el agresor debe conocer el nombre de su víctima o tener algún objeto vinculado a ella, con el fin de que el espíritu maligno la encuentre, de forma que pueda adherirse a su periespíritu. Por medio de lo cual, no solo le roba energía, sino que además, puede causarle depresión, dolores, distracciones, entre otras molestias. Sin embargo, el espíritu en cuestión, puede ser removido al bañarse con agua salada, ya que de ese modo, el invasor queda atrapado en el agua salada y se irá junto con ella.

Los chocarreros en los sueños. Hay ocasiones en que un espíritu chocarrero se llega a meter en nuestros sueños, lo que no es muy común, pero suele llegar a pasar en algunas ocasiones. El caso es que cuando uno de esos espíritus nota que estamos soñando, trata de entrar en contacto con nuestro períespiritu a la altura de la cabeza (el chakra del tercer ojo) que es por donde emerge el llamado cordón de plata (un hilo de energía que sujeta nuestra alma, mientras soñamos). De modo que en cuanto logran adherirse al cordón de plata, entran a nuestro sueño. Una vez ahí, pueden convertir nuestro sueño en una pesadilla o simplemente permanecer ahí, porque su vida como alma en pena es muy difícil, pues suelen pasar sed, hambre, frío y aburrimiento extremo, pero al entrar en nuestro sueño, pueden comer, beber o hablar con nosotros, de forma que para ellos es como un descanso. Pero se puede evitar fácilmente colocando un espejo amuleto cerca de nuestra cabeza, como puede ser colocándolo en la cabecera.